jueves, 6 de octubre de 2016

Tiento y formas

A mí que me perdonen, pero esto son ganas de buscar barullo. La sanción a la jueza es completamente merecida por altanera, chulesca, extralimitarse de sus funciones y por regodearse de la "universalidad" del catalán. Máxime cuando su rol debe investirla en un necesario tiento y equilibrio reflexivo. No son, sin embargo, mejores las obcecadas abogadas cuando, en un obstinado afán provinciano, siguen negándose a hablar en castellano para facilitarle la comprensión a la juzgadora (amén de las formas en que lo hiciese). 

No cabe duda de que les asiste la razón y el Derecho, y así lo ha puesto de manifiesto el TSJC, pero a mi modo de ver, y dejando de lado la razón jurídica, se me antoja cuando menos descortés seguir hablando una lengua desconocida por otro interlocutor estando perfectamente capacitado para hablar una lengua que todas ellas tenían en común.

A todo esto, cuando las abogadas dicen que les causa indefensión hablar en castellano, yo me pregunto qué leyes habrán estudiado y en qué idioma estaban.